En este episodio del podcast Comunidad, hablamos con la Dra. María de Lourdes Lavaniegos González, rectora de la Universidad La Salle Pachuca, quien nos puso un poco en contexto sobre su labor en dicha institución, el cierre de su gestión, y de la transición o cambio de rector, misma que se estará llevando a cabo el próximo mes.

Nuestra rectora nos cuenta que su vida como lasallista empezó desde muy temprana edad, pues sus hermanos estudiaban en escuelas lasallistas y al escucharlos cantar el himno institucional, ella lo terminó aprendiendo. Años después, ya casada con otro lasallista, comenzó a dar clases de humanidades en La Salle Pachuca, luego le ofrecieron la Dirección de Ciencias de la Educación, que años más tarde se convertiría en la Facultad de Ciencias Humanas, integrada por diversas licenciaturas: Ciencias de la Comunicación, Educación y Psicología; posteriormente estuvo en la Dirección de Formación y tres años después, antes de ser llamada para la rectoría, volvió a las clases de Humanidades. Aproximadamente, calcula la Dra. Lourdes, lleva veintisiete años trabajando en La Salle Pachuca.

Después de tres trienios, es decir, nueve años al frente de la rectoría, el próximo 1 de agosto tendremos nuevo Rector, el Mtro. Oscar Lara Ramos, esto sucede porque ella ha llegado ya al máximo de tiempo permitido en este puesto. El estatuto así lo marca, por lo que el cambio, en esta ocasión, es inevitable.

La Dra. Lavaniegos considera que, a ese tipo de reglas o estatutos, es que la Universidad debe su permanencia: al constante cambio y evaluación de los beneficios que el rector o rectora pueda seguir brindando a la institución. La Salle, al ser un proyecto antiguo, ha tenido que irse adaptando al paso de los años y los diversos contextos, así que es necesario alguien que tenga una visión innovadora y creativa, características que, según nuestra rectora, se pueden perder luego de muchos años de trabajo.

También mencionó sentirse muy feliz en el cierre de su administración, asimismo, feliz de quien quedará en rectoría, sabiendo que hizo lo mejor que pudo y que desde el comienzo trabajó con mucha pasión.

Uno de sus recuerdos más preciados fue cuando le anunciaron que sería rectora: “Yo pensé que era broma, en un ambiente tan masculino, tan jerarquizado…”. Nos cuenta que cuando se enteró la emoción la llevó a las lágrimas “porque me di cuenta de que podía hacerlo, que podía hacerlo muy bien, y que, si bien yo misma ni me había considerado para el puesto, había quien me había considerado”.

Igualmente se quedarán en su memoria todas las relaciones que la acompañaron en estos años, y no solo las familiares, sino también las de personas que se van haciendo tu familia por el cuidado recíproco y que conforman una comunidad.

Hablando de la comunidad, la Dra. Lourdes nos dice que cree que la mayor fortaleza de nuestra comunidad lasallista es la disposición de ver por los demás, poniendo el ejemplo de la pandemia, pues no se despidió a nadie y se siguieron pagando sueldos completos. El sentido comunitario que se percibe cuando alguien se preocupa por los demás es la mayor fortaleza de la Universidad.

Al preguntarle por un resumen de sus años de gestión, habló de las cuatro cosas que se propuso cumplir. La primera, que la escuela marchara bien en la cuestión académica; la segunda, que el dinero alcanzara, una correcta administración; la tercera, y de las más difíciles, formar una comunidad; y, por último, “no quemar a las mujeres”, teniendo en cuenta el sistema masculino en el que se suele trabajar, con pocas mujeres en puestos de poder, “la voz de la mujer tiene un sonido especial cuando hay un grupo de hombres”.

Ella se reconoce como una líder espontánea y reconoce que en su gestión muchas veces debió negarse a varias cosas, pero por ser de “mano suave” no lo hizo. Le alegra que el próximo rector sea una persona estructurada, que sepa reconocer sus errores y, aconsejándolo a él y a los oyentes, nos dice “hazte acompañar, pide ayuda y que no se te suba el orgullo nunca”.

Finalmente, para despedirse, nuestra rectora nos recuerda el lema de nuestra institución: indivisa manent, lo unido permanece, “mantenernos unidos con nosotros mismos y con todo lo demás vale la pena”.

Le agradecemos mucho a la Dra. Lourdes, por su dedicación, su liderazgo y por dejar un legado imborrable en La Salle Pachuca. Celebremos el pasado, abracemos el presente y miremos hacia el futuro con renovado compromiso y energía.

¡Mucho éxito!

Escucha la entrevista completa en el #Podcast #Comunidad aquí:

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